La unión hace la fuerzaEl ser humano es social y colaborativo pero abruptamente olvida esas conductas una vez que se incorpora al sistema educativo, que promueve el individualismo y la competencia.
En el mundo laboral nadie trabaja sólo y nadie sabe más que todo el mundo. Entonces, colaborar es una estrategia de supervivencia a pesar de que las organizaciones todavía carecen de mecanismos para facilitar, incentivar y recompensar el trabajo colaborativo.
El aprendizaje es un fenómeno natural, viene en los genes de las personas pero no en los de las organizaciones (Las personas aprenden de los errores. Las organizaciones, al ser segmentadas, no. Hay que crear los circuitos para que un área aprenda de los errores de la otra).
Posiblemente el elemento que más influye en la colaboración es la actitudLa actitud se puede aprender lo que la convierte en un conocimiento que resulta altamente valioso ya que se trata de la característica que más valoran los directivos respecto de sus empleados.
Colaboración es sinónimo de generosidad y de confianza. Para colaborar hay que querer colaborar, estar dispuesto a compartir sin miedo alguno, aquello que te hace importante y en ocasiones hasta insustituible. La actitud se puede fomentar diseñando contextos organizacionales adecuados (como las comunidades de práctica) pero también se puede reprimir.
Conclusiones
Todo empleado es contratado para trabajar y lo primero que debe hacer, sobre todo cuando es recién licenciado, es aprender a trabajar. La empresa le pide acelerar ese proceso al máximo para que sea productivo (se gane su sueldo) lo antes posible.
A medida que va destacando, le pide que enseñe a otros lo que sabe y también que colabore con sus pares. Y una vez cuenta con un cierto nivel de conocimiento, se le pide que innove.
Si exigimos a los trabajadores esas 4 conductas, entonces tenemos que asegurarnos por un lado de que el sistema educativo las enseñe (ninguna de ellas forma parte de los curriculums académicos) y que la empresa promueva un ecosistema que las facilite, poniendo todos los medios a su alcance.
Es razonable que una empresa aspire a tener colaboradores con mayores capacidades, pero al mismo tiempo tiene que estar dispuesta a realizar el esfuerzo de colocar toda una batería de mecanismos (tiempo, recursos, personas, programas, etc.) para que sus integrantes aprendan a desplegar ese arsenal de conductas que la empresa espera. La quinta obligación que cada vez se exige más es la importancia de cambiar…
Autor: Javier Martínez Aldanondo - Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria (Extracto de artículo)
Twitter: @javitomar
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