Rasgos de la personalidad como la escritura o la redacción son características que están siendo evaluadas por las empresas para seleccionar al personal de puestos críticos, de acuerdo con GIVI Services.
Estas características, que ayudan a determinar las tendencias de personalidad de un aspirante, son incluso más importantes que los conocimientos o habilidades técnicas, pues en tiempos de crisis se busca gente comprometida y honesta que contribuya al desarrollo de la organización.
El 80% de los fraudes en empresas ha sido cometido por algún empleado, según datos de la empresa GIVI Services dedicada al factor humano y técnicas de reclutamiento de personal.
Las compañías ya valoran la necesidad de administrar el riesgo, que es la mejor forma de evitar fraudes (...), además de ahorros monetarios, se aseguran de contar con personal de confianza capacitado.
La técnica grafológica analiza la escritura con el fin de proyectar la personalidad de un individuo, de ahí que su uso se haya popularizado para lograr equipos de trabajo afines, con gente creativa y proactiva en las empresas.
La grafología no da pruebas contundentes de la personalidad por sí sola, pero advierte tendencias, por lo que se usa como complemento a otros sistemas selectivos tradicionales como el currículo y la entrevista laboral.
Entre las ventajas de esta técnica destacan la rapidez, ya que en el caso de que un reclutador tenga demasiados currículos, manuscritos o cartas de presentación, se puede descartar con una selección basada en el perfil grafológico.
Este perfil se basa en las características de la psicología y personalidad que se quieran adecuar a un puesto específico. Como el carácter, actitudes y aptitudes.
Para elegir un perfil grafológico siempre se debe tomar en cuenta el puesto que se desea cubrir, por ejemplo una plaza directiva o subordinada, si se trata de trabajo con personas o máquinas, fuerza física, atención al cliente, confianza, etcétera.
Para este ejercicio se le pide al aspirante escribir su carta de presentación o autobiografía a mano y que pueda ser evaluada por un grafólogo.
Los perfiles delimitados según la forma de escritura y que sirven para determinar la adaptación a un determinado puesto son:
- Objetividad y el sentido de la justicia: márgenes ordenados, dirección recta de las líneas y verticalidad en las letras, travesaños de la T y la A centrados, tamaño normal, cohesión agrupada y firma centrada.
- Don de mando: escritura sobrealzada, mayúsculas grandes, barras de la t altas (sin rebasar la línea vertical), presión firme y más acentuada en los trazos verticales, escritura de la firma con mayor tamaño que el texto.
- Inteligencia: originalidad en la forma, escritura rápida, ligados frecuentes en zonas altas, presión firme, puntos de las ies en forma de acento o ligados a la letra siguiente.
- Dinamismo: escritura rápida, inclinada hacia la derecha, ligada o agrupada, margen derecho pequeño o inexistente, presión firme, firma situada a la derecha del texto.
- Visión de futuro y la planificación: formas simplificadas, inclinación a la derecha, rapidez del trazo, margen derecho pequeño o inexistente, margen izquierdo grande o creciente, firma a la derecha del texto y rubricada antes que firmada.
- Capacidad comunicativa: óvalos ligeramente abiertos a la derecha, escritura inclinada a la derecha, ligada o agrupada, margen derecho pequeño.
- Diplomacia: escritura curva o con rasgos filiformes, óvalos cerrados, firma centrada e ilegible.
- Empatía: escritura curva, inclinación variable con oscilaciones, óvalos ligeramente abiertos a la derecha y firma a la derecha.
Autor: Tania M. Moreno
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