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Las relaciones humanas son complicadas: Todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario


Así como en la ley, todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario, en una empresa, la rumorología juega en su contra y será nefasto hasta que demuestre lo contrario
Cuando alguien nuevo empieza a trabajar en una compañía u organización debería ser una noticia alegre y positiva para todos sus miembros. Sin embargo, muchos de los futuros compañeros del nuevo ya le "odian" incluso antes de que comience y que le conozcan.
Muchas veces son los jefes o responsables de la compañía los que incentivan esos cotilleos previos por el secretismo con el que se lleva todo
No se informa del proceso de selección, del perfil que se busca, de las pruebas realizadas, etc. La comunicación debe fluir y las personas del área al que va el nuevo deben estar informadas y si es posible hacerles partícipes del proceso.

También es cierto que muchas veces juega la malicia de las personas que ya trabajan en una compañía. Al nuevo siempre se le mira con recelo, sin embargo, se le debe dar el margen de la duda. Es decir, primero esperar que se incorpore, que se le conozca, ver cómo trabaja y actúa para a partir de ahí posicionarse con objetividad.



Algunas personas siempre recelan de todos los nuevos porque ellos se creen superiores a todo el mundo y jamás estarán en la posición que les corresponde. Además, en muchas ocasiones, cuando no se tiene información, se tiende a inventarse o exagerar la información. Empiezan a lanzar mensajes del tipo "este es amigo del jefe" "Vamos no me digas más que ya sabemos por qué ha entrado" "Resulta que es hijo de…..? "Este proceso de selección se ha ocultado desde el principio" y muchas otras cosas. La cuestión es que a estas personas jamás se las contentará y siempre verán lo peor en todas las incorporaciones.

Lo realmente importante es cómo desempeña esa persona su puesto de trabajo, si encaja con el perfil requerido y que se le ha contratado porque era por el que han decidido apostar. Y lo que deben asumir las personas que llegan nuevas a una compañía es que eso no lo podrán detener. Así que un consejo, lo mejor es pasar del tema e ir a lo suyo. Porque por supuesto caer bien a todo el mundo es imposible.

El primer día del nuevo, es como si todos los ojos siguieran todos y cada uno de los movimientos del nuevo. Si saluda, si no lo hace, si es aseado, si es simpático, si viste bien o mal, si tiende a juntarse con el jefe, si "A mi ni me ha mirado", … Infinidad de puntos que es imposible recopilar. Si vais en plan discreto os criticarán porque no contáis vuestra vida en plan novela y si contáis demasiado dirán que fíjate tú esta persona que lo raja todo.
Por lo tanto cuando lleguéis nuevos a una empresa lo mejor es dejar pasar el tiempo para tomar perspectiva propia de todo y de todos vuestros compañeros. De la misma forma que os observan, el nuevo debería identificar quienes son los más abiertos, qué grupos hay creados internamente, qué hábitos tienen sus compañeros. Uno ha de ser uno mismo, pero al entrar a formar parte de un grupo, hay que intentar adaptarse a él. Las personas nos irán demostrando, poco a poco, cómo son por sus acciones a medio/largo plazo con nosotros. Al final cada uno queda por lo que es. Lo mejor es ir dando confianza a las personas que se la vayan ganando.

Siempre uno debe andarse con cuidado de esas personas que nada más llegar se ofrecen a ser nuestros mejores amigos en la compañía. Ese tipo de gente siempre suele venir con una doble intención; también tenemos esa gente que os dorará la píldora y después, cuando no estéis y lleguen ellos a la máquina del café, se transforman en vuestro peor enemigo diciendo barbaridades de vosotros.

Las relaciones humanas son complicadas, sin embargo, en muchas ocasiones nosotros mismos las complicamos de mala manera. Cada uno tenemos nuestras cosas, debemos de intentar adaptarnos a los demás. A veces debemos pensar en nuestro comportamiento con esas personas para entender cómo actúan con nosotros. Eso sí, siempre existen personas en todas las empresas que os odiarán sin conoceros de nada ni haberles hecho nada. Contra esas personas no podeis hacer nada porque son así con todo el mundo. El problema principal radica en que tienen una gran envidia de todos porque en el fondo su vida esta vacía y son mediocres.

Lo que pienso es que muchas veces debemos ponernos en el lugar de los otros y preguntarnos cómo nos hubiese gustado ser recibidos en nuestros primeros días de trabajo en nuestra actual compañía. Que a vosotros no os diesen el mejor recibimiento no supone que tengáis que hacer lo mismo con los demás. A veces lo habitual no es lo correcto. Cuesta más ser desagradable que amable y educado. Al menos, debéis esperar a conocer al nuevo compañero para poder juzgar, dejando el plazo prudencial.

A veces, a las personas que ya llevan tiempo en la compañía les molesta que los nuevos les pregunten las cosas, nadie ha nacido enseñado. Ellos en alguna ocasión tampoco sabían cómo funcionaba la compañía, sus procesos, sus procedimientos, horarios, etc. El tema es que el ser humano olvida rápidamente lo que le interesa. Todos hemos sido en alguna ocasión nuevos en las organizaciones donde hemos trabajado.
Tampoco es que nos tengamos que hacer amigos de los nuevos en nuestras empresas. Es cuestión de facilitarles su integración y hacerles el proceso lo más agradable posible. También hay que ser conscientes de que lo que no nos mata, nos hace más fuertes. Sin embargo, tener un recibimiento cordial y pacífico es mejor que recibir un recibimiento frío y distante. Sin embargo, cada recibimiento tiene sus razones y motivos que pueden ser lógicos y no. Con el paso del tiempo, todo se entiende. Al final, como ya he dicho, cada persona queda por lo que es.

Yo he vivido en mis incorporaciones a las diferentes empresas en las que he trabajado recibimientos de todo tipo. De todos se aprende y se sacan grandes aprendizajes. Además las personas son muy cambiantes. En todas las compañías existen alianzas que surgen de un día para otro de personas que hasta hace dos días ni se hablaban. Por lo tanto, debéis tener cuidado con los cambios radicales de actitud hacia vuestra persona. Estos cambios deben llevar su proceso lógico.

Se debe fomentar el involucrar en la acogida a las personas de la compañía y estaría bien crear la figura del embajador del nuevo que les ayude, presente, se preocupe y facilite su adaptación durante un periodo de 1 a 3 meses. Este tipo de iniciativas pueden ayudar a mejorar los procesos de acogida de las nuevas incorporaciones. Raramente se tiene en cuenta a las nuevas personas incorporadas para mejorar el proceso de acogida. Se les debe preguntar para obtener información interesante. El tema es que cuando algo no funciona no puede estar todo el mundo equivocado.
Autor: Juan Martínez de Salinas (El blog de recursos humanos)

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