14- Optimice sus poderes personales
Es sabido que hay momentos precisos del día en que uno está en su mejor condición. Necesita identificar esos momentos y disciplinarse para utilizarlos en sus tareas más importantes y exigentes
La mayoría de las personas están en su mejor momento por la mañana, después de un buen sueño. Hay quienes son mejores por la tarde. Muy pocas personas son más productivas y creativas a última hora de la tarde o por la noche.
Una razón principal de la postergación de las decisiones es la fatiga, intentar empezar una tarea cuando se está cansado, sin energías ni entusiasmo. Como un motor que está frío por la mañana, no consigue empezar.
Cada vez que se sienta agotado y abrumado con mucho que hacer y poco tiempo, deténgase y diga, sencillamente: «No puedo hacer más de lo que hago».
A veces lo mejor que puede hacer es ir directamente a casa y dormir diez horas seguidas. Esto puede recargarle y capacitarle para hacer dos o tres veces más trabajo al día siguiente, y un trabajo de mucha mejor calidad que si hubiera seguido trabajando por la noche.
Aplique esta regla. Resérvese un día libre cada semana. Durante ese día, el sábado o el domingo, niéguese a leer, abrir correspondencia, ponerse al día en asuntos de oficina o hacer cualquier cosa que represente un esfuerzo mental. Vaya al cine, haga ejercicio, pase tiempo con la familia, salga a caminar o participe en cualquier actividad que permita que el cerebro se recargue. Es verdad que «un cambio es tan bueno como un descanso».
Si se acuesta temprano cinco noches por semana, si duerme más durante los fines de semana y descansa un día completo cada semana, tendrá más energías. Esta energía adicional le permitirá superar la postergación de las decisiones y emprender las tareas principales con mayor rapidez y más decisión que las que nunca tendría si estuviera cansado.
Si quiere mantener en su punto óptimo las energías, sea cuidadoso con lo que comeEmpiece el día con un desayuno rico en proteínas y bajo en grasas y carbohidratos. Coma ensaladas con pescado o pollo a mediodía. Evite el azúcar, la sal y los productos de harina refinada y los postres. Evite refrescos artificiales, los caramelos y los pasteles. Aliméntese como se alimentaría un atleta de primera línea antes de una competición, porque en muchos sentidos usted es eso antes de empezar la jornada diaria de trabajo.
Autor: Brian Tracy
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