Operar de esta forma ayuda a mejorar el desempeño y el bienestar de su gente y un bonito resultado secundario es que ellos lo respaldarán a usted.
Los buenos jefes se enorgullecen de ser escudos humanos, absorbiendo o desviando molestias que interfieren en el desarrollo de las labores de sus subordinados. Sean estas originadas desde fuera de la empresa (malos clientes) o dentro de la misma organización (órdenes sin sentido), permitiendo que la vida de su gente sea menos difícil de lo que ya es.
1.- Resistir los instintos: "Aquí se hace lo que yo diga"
La preocupación más importante de los buenos jefes es la carga de trabajo de sus subordinados. Eso unido a la urgencia de realizar reuniones de trabajo.
Si usted quiere ostentar su poder y mostrar poco respeto hacia su gente, llegue tarde a la mayoría de las reuniones. Pero si desea que estén orgullosos de usted y que hagan un buen trabajo, entonces empiece y termine las reuniones a tiempo.
2.- Peleas constructivas
En un medio donde hay respeto mutuo, las discusiones en torno a las ideas son un medio para el desarrollo de la organización. Los mejores jefes alientan batallas constructivas y permiten que las personas sientan que es seguro exponer sus opiniones, aún en presencia del LÍDER.
3.- Intromisiones.
El buen jefe está atento para esquivar o reducir algunas prácticas organizacionales que pueden ser agobiantes.
Por ejemplo: En una empresa la evaluación del desempeño tomaba cerca de 2 horas por cada trabajador. Eso motivó buscar la alternativa para ver si se podría obtener los mismos resultados, pero de manera más rápida. Lo que se produjo fue un análisis de la ficha de evaluación (un documento cargado con más de 20 ítem ), la cual fue simplificada, sin perder su importancia, logrando que la evaluación se completara en 20 minutos.
4.- Desafío a los idiotas
A veces hay que enfrentarse a otros líderes y grupos poderosos que obligan a la gente a aceptar sus malas ideas.
La pregunta aquí es: Debo decidir si cumplo o me resisto a dichas órdenes.
Eso dependerá de lo que ayude más a sus empleados y a usted mismo.
En ocasiones los costos "políticos" de la rebeldía, son demasiados altos.
5.- Un buen ejemplo
Cualquier cosa que valga la pena hacer, vale la pena hacerla bien.
Una de las cualidades de los buenos jefes es "predicar con el ejemplo" (así como los buenos padres). Si se exige algún tipo de comportamiento a su gente a pesar de saber que es desagradable, usted debe ser el primero en cumplirlo.
Ejemplo: En una empresa el uso de los zapatos de seguridad eran más que molestos, incómodos pero que ofrecían la protección contra caida de objetos pesados en los pies.
El área de seguridad y salud en el trabajo se afanaba en hacer cumplir esta norma, por lo que retó a los jefes de cada área a ser los primeros en usarlos en forma permanente.
Muchos se negaron otros lo aceptaron.
6.- Adiós, enemigos
Hay personas mezquinas y abusivas que pueden socavar las actitudes y el buen desempeño de su personal. Un buen jefe protege a sus seguidores de estos peligros.
Ejemplo: En algunas empresas prohíben que clientes sistemáticamente o escandalosamente abusivos compren pasajes en sus terminales.
7.- Responsabilidad.
Si usted se equivocó en una decisión que costó a la empresa miles de euros, no se escude en la "falta de preparación o impericia" de su gente.
"Los valientes mueren una sóla vez.
El buen jefe debe aceptar, aunque muchos tienen la idea que dar una imagen "humana" es negativa para la disciplina interna, que también se equivoca y asume las consecuencias.
8.- Conocerse a sí mismo
Un parámetro que debe ser cumplido por todo buen jefe es "conocerse a sí mismo", así como debe conocer a su gente.
Saber en que parte es fuerte y en que parte debe trabajar más o pedir ayuda. Eso le permitirá "torear" malos vientos.
Uno de los fundamentos de la "Inteligencia emocional" (Daniel Goleman) es precisamente eso: Conócete a ti mismo.
Proposición:
Cuando los jefes no pueden proteger a su gente (ejemplo: despidos, reducción de remuneraciones, tareas muy difíciles), los mejores expresan pasión, hacen pequeñas cosas para disipar los temores y encuentran formas de suavizar las consecuencias negativas.
Nadie dijo que es fácil, si fuera así dejaría de ser interesante.
Fuente: Este artículo ha tomado como base lo expuesto por Robert L. Sutton (Harvard Business)
Autor: Ricardo Candela
2 comentarios :
Muy interesante aporte. El liderazgo es un proceso que implica no solo la capacidad de tomar decisiones, sino la habilidad de desarrollar una cierta estabilidad emocional. Será fundamental adquirir la confianza pero al mismo tiempo el respeto de los dirigidos para que estos desarrollen tareas encomendadas de manera responsable y eficaz.
Gracias por vuestras palabras que son muy importantes para este blog, debido al estatus que ocupáis, en el mundo de la Dirección de Empresas.
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