Empresa 2.0: ¿Acabará con el correo electrónico?

El 21 de Junio de 2008 publicaba el New York Times la noticia sobre un empleado de IBM que en su trabajo había dejado de usar el correo electrónico. Abrumado por el ingente volumen de mensajes que recibía diariamente, este compañero mío, dejó de repente de leerlos y contestarlos. Cualquier trabajador del conocimiento simpatizaría con esta decisión. No en vano un reciente estudio realizado en Estados Unidos indica que un empleado recibe, en promedio y sin contar “spam”, 126 correos electrónicos diarios y emplea el 41% de su tiempo en leerlos y despacharlos. No obstante, pocos seríamos capaces de aplicar tan drástica solución al problema.



Para este compañero, sin embargo, prescindir del correo electrónico era sólo la primera parte del plan. Cómo responsable de soporte de aplicaciones, tenía contacto con muchos colegas alrededor del mundo. Las preguntas y dudas que le planteaban eran similares o repetitivas. Por eso, concluyó, sería mucho más eficiente responder de una vez por todas a cada pregunta que responder a la misma cuestión infinidad de veces, cada vez a un usuario distinto. Pasó a usar herramientas colaborativas en red social (blogs, wikis, RSS, intercambio de ficheros) para publicar sus respuestas y educó a los usuarios para que las buscaran allí. A día de hoy, tras 46 semanas de vivir sin e-mail, su volumen de trabajo bajó radicalmente y su impacto en la organización fue muy superior.

No se trata tanto de suprimir el e-mail, cómo de cambiar la forma de trabajar. La colaboración digital es una revolución en el mundo de la empresa. Las plataformas de Software Social emergentes (ESSPs por sus siglas en inglés) van a tener un papel en los procesos informales de una organización tan importante cómo el que, en su día, representaron los sistemas empresariales comerciales (ERP, CRM o Supply Chain) para los procesos formales. Un estudio reciente debido Erik Brynjolfsson, DJ Wu, and Sinan Aral demuestra de forma concluyente que la adopción de aplicaciones empresariales conduce a mejoras cuantificables de productividad.

Conviene clarificar conceptos. El software social que interesa a la empresa no se refiere a los espacios de relación social en Internet vulgarmente conocidos cómo ”Redes Sociales” o “Social Networking”, tales cómo los populares Tuenti, My Space, Facebook o LinkedIn que relacionan a los participantes en su vertiente personal. Las ESSPs se aplican, en cambio, a las relaciones en el ámbito profesional o laboral y van a suponer, en un futuro muy próximo, un cambio sustancial en los hábitos de los trabajadores del conocimiento.
Personalmente opino que la Empresa 2.0 seguirá usando correo electrónico para comunicaciones esporádicas uno a uno. Para todo lo demás, grupos de trabajo, proyectos, distribución del conocimiento, gestión de operaciones o trabajo en equipo utilizaremos las herramientas colaborativas en red social. Apuesto que estas den al traste al menos con las listas de distribución.
Fuente: Instituto de Ingeniería del Conocimiento