La mayoría de las empresas tienen valores fundamentales, como confianza, comunicación o trabajo en equipo y el cometido del Director de la Felicidad es crear una cultura que represente esos valores, y asegurarse de que todos los que trabajan tengan la mejor experiencia de valor en esa compañíaCuando el trabajador está feliz y satisfecho, la empresa es más productiva y próspera. Así podría sintetizarse la idea que está llevando a algunas compañías líderes a innovar, dejando de lado los puestos de trabajo tradicionales y dando paso a cargos fuera de lo común, cuyo objetivo es generar una cultura de optimismo y cooperación dentro las corporaciones.
Entre las funciones del Director de la Felicidad (DF) se incluyen crear iniciativas de motivación, dinámicas de fortalecimiento de equipos y actividades que subrayen y promuevan los valores de la empresa; desde trabajar con los ejecutivos de la empresa, a sesiones grupales y personales de asesoría, pasando por mantener líneas de comunicación abiertas en toda la empresa para fomentar la felicidad y la satisfacción en el trabajo, hasta la organización de grandes dinámicas de grupo para toda la compañía.
La gestión del DF se mide, sobre todo, a través de la satisfacción de los propios trabajadores, cuantificando el número de empleados que han abandonado la compañía y cuántas personas quieren trabajar en ella, junto con los comentarios de los clientes y de cómo estos califican la calidad del servicio.
Sentirse realizado, tanto profesional como personalmente, se traduce en una mayor productividad y este enfoque centrado en la felicidad del trabajador es el secreto de la estabilidad y del éxito dentro del lugar de trabajo.
Es de vital importancia crear vías de comunicación, mediante las cuales los empleados puedan compartir los sentimientos de insatisfacción en su trabajo o incluso en su vida, como cuando están tristes, por ejemplo, porque han tenido una pérdida en la familia, o cuando simplemente necesitan algo de apoyo.
Es fundamental que los líderes de una organización se den cuenta de la responsabilidad que tienen, ya que sus acciones repercuten profundamente en la experiencia de los trabajadores.
Motivar a la gente a través del apoyo y la validación tendrá un efecto de fuerza que hará al equipo mucho más efectivo. Esto también creará una mayor confianza en los grupos de trabajo y una mayor compenetración entre sus miembros.
Comunicar la misión y los valores claves de la compañía a los empleados es otro de los pilares de la satisfacción laboral, ya que es importante para la gente sentirse conectada con dichos conceptos y esto puede ayudar a generar motivación.
Si tus empleados creen en tu misión, valores y productos, serán mejores embajadores de la compañía, mejores comerciales y mejores proveedores de servicios. Comunicar claramente qué se espera del empleado y apoyar un ambiente en el que se promueva la comunicación, también es positivo, ya que un manager que tiene una política de puertas abiertas tendrá una mejor idea de lo que ocurre en el interior del equipo y en el campo de trabajo, y los directivos que promueven la comunicación son capaces de dirigir sus equipos de forma mucho más eficiente y efectiva.
Para aumentar la felicidad laboral también hay que valorar el esfuerzo y la contribución de los empleados, ya que a todos nos gusta que nos valoren, y escuchar que hacemos algo bueno que ha contribuido al proceso de una manera valiosa. Cuando existe valoración, hay más compromiso, crecimiento y motivación.
Una persona feliz tiene menos probabilidades de atraer conflictos y estará menos estresada; por lo tanto será más productivaPara lograr este objetivo es positivo centrarse en construir una cultura positiva dentro de la corporación a través de "trainings", eventos motivacionales, visitas a los centros de trabajo y sesiones de "coaching" personales, tanto con managers como con empleados.
Autor: Efe
Artículo completo: MBA Educación Ejecutiva
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